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Recuerdos del Corpus Cristi en Burón. En estas fechas muchos pueblos y ciudades de España celebran la fiesta del Corpus Cristi, ya que siempre ha tenido un enorme arraigo. Son muchos los lugares donde es fiesta local y su celebración adquiere gran solemnidad, acompañada de gran devoción y participación popular en los diversos actos y procesiones. Quizás las celebraciones más significativas se encuentren en Toledo , Sevilla y Granada, pero la mayoría de los pueblos y ciudades tienen también sus celebraciones. Pues bien, en Burón también se celebraba el Corpus y tenía su procesión. En su preparación participaba todo el pueblo y su fiesta estaba unida al sentimiento popular y religioso que dominaba el pueblo. He hablado con gente mayor que la recuerda con agrado y nostalgia, manifestándome la rabia que les daba cuando tenían que ir con las vacas ese día. Como he señalado, todo el pueblo participaba de alguna manera. Había que barrer las calles por donde pasaba la procesión. Ese día se adelantaba la salida de las vacas a la vecera, para tener tiempo y limpiar a conciencia las calles por donde debía pasar el Santísimo. Había que preparar los altares. Se colocaban dos altares, uno delante de la casa de Vitoria y Florentina (entrada camino de Rebanal) y otro delante de las escuelas. Se levantaban con tablas o mesas , se cubrían con paños muy cuidados por las mujeres del pueblo y se adornaban con flores que en esta época abundaban. Grillandas, zapatones, peonías y demás flores silvestres poblaban nuestros campos en aquella época del año. Sobre ellos se colocaban algunas imágenes religiosas, como la Inmaculada o algún Sagrado Corazón. La procesión se iniciaba una vez terminada la celebración de la misa. Salía de la iglesia, continuaba por la carretera arriba, se bajaba por la cuesta de Baldomero dirección a las escuelas, y de allí, por la calle abajo, se volvía hacía la iglesia. Se encabezaba con el pendón que se guardaba debajo del coro de la iglesia y los estandartes de la Hijas de María y del Sagrado Corazón. A continuación iba el mayordomo portando la Cruz, flanqueado por dos monaguillos que llevaban los faroles. Le seguían los niños que estaban en la escuela, en dos filas, yendo detrás el maestro. Acto seguido iban los hombres, igualmente en dos filas. A continuación, los niños que habían hecho la primera comunión ese año, vestidos con sus trajes, en dos filas, portando una cesta con flores que iban tirando a su paso por donde pasaría el Santísimo que llevaba el sacerdote bajo palio. Por último, las mujeres. La procesión se paraba a la llegada a los altares. Allí el sacerdote bendecía al público con el Santísimo. Durante la procesión se volteaban las campanas de la iglesia y se cantaban cánticos religiosos en honor del Santísimo. Así hasta llegada a la iglesia. Estos son mis recuerdos que tenía de esta fiesta, completados
con información dada por personas mayores que son auténticos
libros vivientes de las tradiciones de nuestra tierra. Recuerdo haber
participado en la procesión cuando hice la Primera Comunión
y que en la cesta llevaba zapatines recogidos con mi madre de las
escobas. Luis Marcelo Pajín de la Riva. Burón. |
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