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Desastre arquitectónico en la Comarca de Riaño
Colaboración
de Antonio González Matorra -de Riaño-
Desde
hace unos años pasearse por los pueblos de la Comarca de
Riaño, salvo raras excepciones, es un espectáculo
lamentable. Unos pueblos que hasta hace pocas décadas poseían
un patrimonio arquitectónico envidiable, hoy día está
prácticamente destruido. Las aberraciones estéticas
se cuentan por centenares. Las fotografías que ilustran este
texto son un ejemplo de ello. No se menciona el lugar exacto, por
respeto, pero se pueden extrapolar a cualquier pueblo de nuestra
querida Comarca
¿No pretendemos vivir del turismo?,¿ Los Ayuntamientos
y los arquitectos, hasta que punto son responsables del deterioro
actual?.
A los turistas
¿que les podemos ofrecer?. El viajero actual necesita motivos
para permanecer en un lugar. Algo que ver y disfrutar. Tenemos un
paisaje envidiable pero poco más. Nuestro patrimonio arquitectónico
está deteriorado totalmente. El turismo masivo que atraen
los pueblos que conservan conjuntos arquitectónicos tradicionales
es conocido de todos. Aquí lo teníamos, pero no hemos
sabido conservar lo que nos legaron nuestros abuelos.
Imaginemos un turista por uno de nuestros pueblos. ¿Que podría
fotografiar como recuerdo?.¿ Un corredor de madera tapiado
con ladrillo y cerrado con ventanas de aluminio?. ¿Una portalada
tapiada para garaje de coche? ¿ Una fachada de ladrillo visto?..¿
…y los tejados de uralita? y las puertas lacadas, y el aluminio
de mil colores… ..y el azulejo en fachadas…y los diseños
de gran ciudad….
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Es
envidiable ver como conservan sus pueblos los asturianos
o los santanderinos, donde cada vez se ven más ejemplos
de respeto por la construcción tradicional. ¡Ahí
sí que cuidan lo suyo¡
En estas regiones fronteras con León, la adecuada
gestión del urbanismo ha dado beneficios en prácticamente
todos los ámbitos. Sin embargo, aquí está
entre las -aún, muchas- asignaturas pendientes que
tan sólo se pueden recuperar con la imprescindible
ayuda e implicación de todos: ciudadanos, políticos
y técnicos.
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Da la impresión
de que hemos heredado un cierto desprecio a todo lo que significa
el pueblo, la cultura y la casa tradicional, probablemente asociado
por mucha gente al duro trabajo, a la falta de instrucción
y a la emigración forzada. Por eso, el que vuelve al pueblo
a construir una casa la levanta diferente a la de sus abuelos para
de alguna manera romper con el modo de vida anterior. Si conseguimos
que la casa tradicional sea motivo de orgullo para su propietario
y se vea como un símbolo de prestigio, entonces mucha gente
deseará tener una o rehabilitar la suya.
La falta de sensibilidad, de cuidado, de respeto por la cultura
popular, y que incluye, entre otras cosas, el mantenimiento de una
línea arquitectónica adecuada con el estilo tradicional
de cada zona, es palpable en nuestra Comarca.
No obstante,
existen excepciones de ciudadanos que buscan conscientemente huir
de ese tan extendido horror arquitectónico basado en la uralita
y demandan hogares cuyos materiales, estructuras y colores, respondan
a tipologías autóctonas. Sabemos que los materiales
tradicionales- piedra, madera- son más caros, pero al menos
se debería hacer el esfuerzo de utilizarlos en las fachadas,
aunque la estructura interior fuese moderna. Tampoco se trata de
limitarse a lo tradicional en todo.
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Para
eso deberían implicarse más los organismos oficiales(Junta
Autonómica y Diputación, Parques Nacionales),otorgando
más ayudas para estos fines.¿No somos un Parque
Regional y parcialmente Nacional?. El desarrollo sostenible
que tienen como fín, ¿no incluye la salvaguarda
del patrimonio etnográfico y los modos de vida tradicionales?.
De
todos modos, la cuestión clave parece estar en las
normativas urbanísticas municipales. Son éstas
las que regulan y fijan, las que permiten o deniegan unas
u otras actuaciones. Hay una normativa general básica
que dicta la comunidad autónoma, pero después
cada ayuntamiento desarrolla la suya propia.
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Por
eso, son realmente los ayuntamientos los que, con arreglo
a esas normas, tienen la capacidad de vigilar el estilo arquitectónico
y controlar las edificaciones. Lo que no se puede permitir,
por ejemplo, es una casa de ladrillo en nuestra Comarca porque
está fuera de todo contexto. Falta de planificación,
caos urbanístico, proliferación de viviendas
que no guardan relación alguna con el entorno. Todo
ello es algo a lo que, desgraciadamente, estamos más
que acostumbrados en la Comarca de Riaño.
El
hecho de que se continúen levantando edificios que
rompen totalmente con el medio, teniendo las normas urbanísticas
ya aprobadas, nos lleva a pensar que las normas deberían
cambiarse o que se conceden licencias sin respetar las directrices
marcadas.
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Los
arquitectos, que también tiene su parte de responsabilidad,
deberían basarse en los estilos edificatorios tradicionales
para recrearlos y adaptarlos a la modernidad, al igual que se ha echo
en otras regiones de España.
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La
Comarca de Riaño tiene su propias señas de identidad
arquitectónica, desde la casa de techo o de teito cubierta
de centeno, a la casa posterior de corredor o galería
acristalada, construida a partir del siglo XVII. No olvidemos
las construcciones Irlandesas donde el techo de paja de centeno
se sustituye por materiales actuales, estéticamente
similares y sin los inconvenientes de conservación
de los primitivos. Falta por ver en nuestra Comarca un solo
ejemplar, con técnicas modernas, que saque del olvido
a nuestra genuina casa montañesa.
¿Y por que no colocar en los corrales un hórreo
del tipo «leonés», el de la montaña
oriental, a dos aguas, con una finalidad estética y
ornamental, tal y como hacen con el suyo nuestros vecinos
asturianos. No olvidemos que el hórreo es tan leonés
como asturiano. Tuvimos miles de ellos en nuestra Comarca
hasta hace un siglo.
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La solución
pasa por una amplia concienciación popular y un amor creciente
por lo propio, unido a una aplicación rigurosa de las normas
por parte de los municipios. Al igual que a un asturiano le gusta
ver y vivir en una casona típica asturiana con el hórreo
en medio; o a un santanderino, en una casona cántabra, pues
igualmente aquí deberíamos tener el gusto de vivir en
una casa de piedra y corredor o galería acristalada. Y eso
no implica necesariamente el tener que disponer de unas casas antiguas,
tradicionales para ser rehabilitadas (casi siempre con un alto coste),
sino que pueden ser nuevas, con materiales y técnicas modernas,
pero con la misma forma y estilo que las de antaño.
El objetivo
está claro: salvar lo que pervive, poner freno tajante a la
situación de destrucción de nuestra arquitectura autóctona,y
un llamamiento- SOS- sobre todo, a los Ayuntamientos de Crémenes,
Prioro,Riaño, Boca de Huérgano, Burón, Maraña,
Oseja de Sajambre, Posada de Valdeón y Acebedo, para que de
una vez por todas se tomen cartas en el asunto y coordinen unas normas
de conservación comunes para toda la Comarca.
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a la dirección colaborador@altoesla.com
Colaboración
de Antonio González Matorra -de Riaño-
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