Ideas sobre la estación de esquí de San Glorio en los
valles Leoneses de Lechada y Naranco
Estación
de esquí respetando la naturaleza
Humanización
total
El debate entre la conservación del Medio Ambiente y el progreso,
se produce en cada día bien por la aparición de nuevos
proyectos de desarrollo, bien por la ejecución de los existentes.
Históricamente estamos acostumbrados a contemplar una Naturaleza
roturada por la acción humana con sus Montañas, Valles,
Aguas y Bosques respetados y usados en beneficio de la humanidad.
Hasta hace pocos siglos la presencia humana se mantuvo dispersa en
función de la capacidad que la propia Naturaleza para mantenerla.
En los últimos siglos el aumento exponencial de la población
ha propiciado la continua agresión al Medio Ambiente llegando
al punto de que los lugares aún no manipulados se intentan
proteger bajo diferentes figuras como Parques, Lugares Naturales,
Reservas, etc.
Las zonas Medioambientalmente mejor conservadas coinciden con las
más inhóspitas e inaccesibles, muchas de las cuales
se encuentran en las más altas Montañas. Desgraciadamente
estas zonas coinciden con áreas de gran nivel de inivación
que las hace muy propensas a la creación de Estaciones de Esquí
Alpino. La capacidad tecnológica ha sido capaz de colocar en
estos lugares telesquís, telesillas, cabinas y teleféricos
que nos elevan mil metros de desnivel en pocos minutos y de "crear"
nieve cuando escasea porque las precipitaciones meteorológicas
no acompañan. Paralelamente se han construido enormes complejos
de apartamentos y hoteles en las propias estaciones de esquí
y en sus zonas colindantes.
La conclusión a la que llegamos es que se traslada a las cumbres
de las Montañas, tradicionalmente virgen, todo el ajetreo que
acarrea la presencia masiva del ser humano. Esto supone nuevas viviendas,
hostelería, comercio, infraestructuras como luz, agua y carreteras,
contaminación atmosférica, residuos domésticos,
impacto paisajístico y socio-cultural.
El esquí
cada vez más popular
Más de 4 millones de esquiadores, aprovechan sus días
de descanso invernal para disfrutar en alguna de las 28 estaciones
de esquí de la península ibérica. Esta actividad
invernal ofrece a Comarcas como la de Riaño con una climatología
extrema y por lo tanto cuentan con escasas posibilidades de recibir
inversiones en infraestructuras, un medio de explotar sus recursos
y de frenar el éxodo de su población a zonas con más
empleo. Esta nueva actividad es la que se va imponiendo a las más
tradicionales como el ganado, la agricultura o la minería.
LO QUE EN LA
COMARCA DE RIAÑO NO QUEREMOS
No queremos que nuestros actuales pueblos y paisajes actuales desaparezcan
minimizados por carreteras y grandes zonas asfaltadas para aparcamientos.
No queremos complejos de apartamentos y hoteles que rompan la estética
y el concepto de vida tradicional de la Comarca de Riaño.
No queremos ver los arroyos de Lechada y Naranco envenenados por las
aguas fecales de las infraestructuras de la Estación de esquí.
No queremos ver cuando la nieve se retire enormes tuberías,
grandes construcciones de cemento, una tierra desolada y repleta de
las torretas de los remontes, apartamentos desocupados, tiendas y
hoteles cerrados.
Nuevo concepto
de estaciones de esquí
El esquiador no emite ruido ni contamina la atmósfera,
y su desplazamiento en la nieve no consume energía. Y, además,
apenas perjudica al paisaje ni altera el ecosistema. El gran problema
del esquí alpino (practicado por la mayoría de los aficionados
a los deportes blancos) es que exige remontes mecánicos que
suban al aficionado hasta las cimas desde las cuales efectuará
sus descensos. Este es el impacto medioambiental imprescindible de
una estación de esquí, y para que la repercusión
ecológica y paisajística no sea mayor de la estrictamente
necesaria, pueden adoptarse algunas medidas. Veámoslas.
¿Qué
son las estaciones de "cuarta generación"?
Consideremos la nieve como una actividad extra-agraria,
un recurso complementario e integrado con los restantes usos de la
montaña, en el que interviene la población local en
forma de empresas mixtas municipales o de agrupaciones de propietarios;
o que las estaciones sean promovidas por los municipios, pero siempre
propugnándose una ocupación menos intensiva. Los beneficiarios
de estas inversiones deberían ser las comarcas en que se realizan.
Se pretende que, ya que en muchas ocasiones las estaciones
son promovidas con dinero público, sean los habitantes del
lugar quienes gestionen su explotación.
Cada año nieva menos, con lo que de seguir con la política
actual, las estaciones se implantarían cada vez a más
altura para garantizar la nieve, y las ampliaciones de las ya existentes
podrían resultar aún más agresivas con el entorno.
La cuestión reside en diseñar estaciones en
las que el impacto ambiental sea mínimo. Veamos las reglas
básicas de estas estaciones: