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Web dedicada la Montaña Oriental Leonesa, especialmente a los valles de Aleón, Alto Cea, Riaño, Sajambre, Tierra de la Reina, Valdeburón y Valdeón.

 

 

FUENTE DEL NARANCO

Fuente del Naranco en el Valle de Valdosín surge de las entrañas de un frondoso bosque de hayas en uno de los más recónditos valles de León. Esta foto hecha desde el manantial superior. El volumen de agua se mantiene un nivel parecido durante todo el año.

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Las Fuentes del Esla

Mostramos algunas fotos de la fuente del Naranco por ser las únicas que disponemos. Añadiremos otras fuentes según las obtengamos. Si quieres aportar alguna, por favor, envíalas a colaborador@altoesla.com

Foto desde el manantiale superior de la fuente del Naranco en el valle de Valdosín (Valdeburón). Se aprecian abundantes berros, plantas comestibles, alguna de las que acaban en mi estómago cada vez que acudo.
El nacimiento del Naranco brota en una especie de cuenco en mitad del bosque de hayas, a unos cien metros de altura con respecto al fondo del valle de Valdosín. Es un lugar de innegable belleza que invita a inconfesables placeres mundanos como comer el bocadillo y beber sus siempre frías y cristalinas aguas.
Desde su nacimiento se desploma hacia el fondo del valle dando lugar a entornos de gran variedad de plantas semiacuáticas. La calidad de este manantial es tal que los caballos, afamados gourmets, recorren grandes distancias para beber de sus aguas a pesar de disponer de otros arroyos por todo el valle de Valdosín.
Una vez recorrido el valle de Valdosín se adentra en un pequeño desfiladero donde va saltando de poza en poza creando llamativos y sonoros paisajes.

El Esla, el río que más caudal aporta al Duero de entre todos sus afluentes, ha sido objeto de polémica desde siempre a causa de la falta de acuerdo sobre dónde nace, cuál es la fuente que merece llevar su nombre por ser la más caudalosa… Basta pasar por el puente viejo de Boca de Huérgano para ser testigos de esta discusión, viendo el cartel que alguien ha plantado allí bautizando al río, y las pintadas que ha sufrido por otros que no parecen estar muy de acuerdo con él.

Si nos remontamos en el tiempo hasta donde nos permiten los registros escritos, hay numerosos documentos medievales que dan el nombre de Lusu al río que pasa por Burón, Oza al que baña el pueblo de Vegacerneja y Bierón al de Pedrosa. Son nombres ibéricos, prerromanos.

A partir de Riaño no existe duda, estamos hablando del Astura de los historiadores romanos, del Estola ó Estula medieval, del Esla actual. Pero en Riaño confluyen dos corrientes de agua abundantes y es desde ahí hasta las respectivas fuentes donde está la controversia, que tiene apasionados defensores por ambas partes.

El más destacado defensor de la denominación Esla para el río que recoge las aguas que bajan de Pandetrave, San Glorio y Picones, es Antonio Valbuena, escritor nacido en Pedrosa en 1844, que fue conocido en su época por ser un polemista incansable. Utilizó argumentos de todo tipo, unos basados en una interpretación de algunos documentos y otros más pasionales y por tanto menos argumentados. Si podéis leer alguna de sus obras no dejéis de hacerlo, al menos por curiosas (sus Ripios son muy entretenidos y hacen una crítica aguda e implacable)

Los defensores del nacimiento del Esla en Valdeburón son, entre otros, José González, canónigo de Crémenes, y el padre Eutimio Martino.

Al contrario de lo que ocurre con otros ríos como el Ebro o el Duero, cuyas fuentes son conocidas y reconocidas desde antiguo, la similitud de caudal de las dos corrientes que confluyen en Riaño ha mantenido la duda.

En el siglo pasado, el XX de nuestra era, se ha impuesto, al menos en los mapas oficiales, la designación de Esla para el río que tiene su principal fuente en Valdosín y recoge las aguas de Valdeburón, dando el nombre de Yuso al río que llega desde el este, de la Tierra de la Reina. El Diccionario Geográfico de Sebastián Miñano ya dice en 1826 que el Esla “nace en el puerto de Tarna”. El de Pascual Madoz, publicado hacia 1850, repite que “nace en las montañas de Tarna”, pero también afirma que tiene dos brazos, el que viene de Tierra de la Reina y el de Valdeburón. A principios del siglo XX, el Nomenclator oficial del Instituto Nacional de Estadística insiste en que “el Esla nace en Tarna”.

La opinión de D. José Mª Canal, de cuyo libro “El Concejo de Burón” extraemos estas líneas, se decanta por la dificultad de un pronunciamiento categórico, en base a que, según dice, antes de 1900 , en los documentos locales de los pueblos nunca se menciona el nombre propio del río, sino la expresión “río caudal” ó “río grande”, de lo cual somos testigos muchos; en mi niñez siempre nos referíamos al río como “río grande”, sin entrar en más detalle, era innecesario.

Este autor asegura que ha visitado todas las fuentes principales del Esla, para compararlas. Opina que la más abundante, “y mana igual todo el año”, es la fuente del arroyo del Naranco, en Valdosín. Cita como su más directa competidora en cuanto a caudal a la fuente de Maraña, mientras que a la fuente Erendia, de Acebedo, “muy fría en verano” , la de Pisa, en Los Espejos, y la del río Naranco, en Llánaves, les da un valor de “tres a diez” respecto a la primera.

También son importantes los caudales del río de Casasuertes, con muchos nacientes, las fuentes de los Pielgos, en Retuerto, la del Valle de la Iglesia, en el término de Valdeón, la fuente de Jacob, en La Vega, y la del Pidorrio, en Cuénabres.

Como resumen a todo lo dicho, queda abierta a todas las opiniones la cuestión que nos ocupa. Lo único cierto es que son muchos, y a cuál más hermoso, los valles que contribuyen a dar vida al río Esla.

 
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