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Pueblos que han sido (y que ya no) en el Alto Esla En el Alto Esla leonés tenemos la memoria fresca de los pueblos que la construcción del Pantano se ha llevado para siempre. Pueblos que durante siglos han visto nacer, vivir, emigrar y morir generación tras generación de sus hijos, siempre viviendo en el filo de la subsistencia y de la penuria, pero viviendo al fin y esperando un futuro mejor. Alguien decidió que para dar ese futuro mejor a otros, tenía derecho a borrar del mundo a Anciles, Escaro, Huelde, La Puerta, Pedrosa, Riaño y Salio, y a dejar heridos de muerte no solo a Burón y Vegacerneja, sino a toda la comarca: Valdeburón, Tierra de la Reina, Sajambre y Valdeón. De estos pueblos nos quedan hoy todavía sus gentes, sus imágenes grabadas en película y en nuestro corazón. A medida que pasen los años y las generaciones, su recuerdo irá desapareciendo más y más, quedando relegado a los libros de historia.
De esos libros quiero recuperar ahora los nombres de otros pueblos, lugares, aldeas ó quizá pequeños grupos de viviendas alrededor de una ermita, que en un pasado en general muy lejano han dado vida a nuestros valles.
De los pueblos que el pantano borró totalmente del mapa, sólo Riaño renació en un alto. Recordemos que en la Edad Media las poblaciones más importantes de la comarca eran Boca de Huérgano (La Villa) y Burón, cabezas respectivamente de la Tierra de la Reina y de la Merindad de Valdeburón. El nombre de Riaño es citado por primera vez en 955 (Reángulo) en documento de la Catedral de León, y se refiere no sólo a la villa, sino al territorio; éste contenía numerosas villas y poblados, algunos citados más arriba, que con el paso de los siglos se fueron concentrando en la confluencia de los ríos Beirón y Luso (Yuso y Esla actuales). Su buena situación, central en al comarca, en la confluencia de valles y ríos, y más adelante de vías de comunicación, le lleva a convertirse en centro económico y de ferias. Ya en 1780 contaba con más vecinos que cualquier otro pueblo. La Constitución de Cádiz trajo una serie de reformas administrativas que acabaron con la Merindad de Valdeburón y dieron paso a los Partidos Judiciales. El de Riaño nació en 1834, después de que se intentase un fracasado Partido Judicial de Valdeburón.Es significativo que Riaño no fuese afectado apenas ni por la Guerra de la Independencia ni por las Carlistas, que sí dañaron sustancialmente tanto a Boca de Huérgano y Pedrosa como a Burón.Las nuevas carreteras, en 1886 y 1903, ratificaron la situación privilegiada de esta localidad como nudo de comunicaciones en la Montaña Oriental de León. Colaboración de Alberto Gómez (de Burón) |
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