Información Geográfica e Histórica
+ Recuperando pueblos
+ Cartografía
+ Toponimia
+ Evolución histórica
+ Ordenación Territorial
+ Geo Inteligencia A.

 

Secciones
+ Celebraciones
+ Cultura
+ Documentos
+ Genealogía
+ Historia
+ Identidad Leonesa
+ Infraestructuras
+ Medio Ambiente
+ Mundo Rural
+ Paisanos
+ Patrimonio
+ Proyectos
+ Pueblo a Pueblo
+ Rutas Alto Esla
+ Tradiciones
+ Turismo

 

www.altoesla.com
Web dedicada la Montaña Oriental Leonesa, especialmente a los valles de Aleón, Alto Cea, Riaño, Sajambre, Tierra de la Reina, Valdeburón y Valdeón.

 

 

TERRITORIO VADINIENSE
Mapa publicado en "Regio Cantabrorum",Caja Cantabria, 1999.

Parece que el territorio originario de este pueblo es la zona sur de la Cordillera Cantábrica donde los hallazgos de vestigios están más concentrados y menos latinizados que los del norte de la Cordillera. Es muy probable que tuvieran su núcleo político principal en la Comarca de Riaño, y, desde esta zona leonesa, se expandieron hacia el este de la actual región asturiana. Pinchar foto para apmpliar

 

Servicios
+ Busca Personas
+ Datos en Directo
+ Descargas
+ Enlaces
+ Estadísticas
+ Guía Turística
+ Mapa de la Web
+ Noticias de Prensa

 

Comunidad
+ Album de fotos
+ Chat
+ Foro
+ Libro de visitas
+ Quienes Somos
+ ¡Regístrate!

 

Colaboraciones
+ Colaboradores
+ Patrocinadores
+ Publicidad

Lápidas Vadinienses en el Museo de León

En el mapa está sombreada la zona sur de la tierra Vadiniense que estaba en la actual Comarca de Riaño y aledaños. Por el norte Vadinia llegaba hasta el mar siguiendo el curso del sella.
He aquí los ocho pueblos o tribus cántabras:
(1)-Selenos y Cóncanos (2)-Orgenomescos (3)-Vadinienses
(4)-Juliobrigenses (5)-Coniscos (6)-)Tamáricos (7)-Velegienses y (8) Morecanos.
Las ciudades eran : Octaviolca, Cóncana, Orgenomesco, Vadinia, Brigantia (después Julióbriga), Conisco, Camárica, Vélica y Móreca.

Las guerras cántabras se desarrollaron durante diez años y la contienda fue tan dura que requirió la presencia del mismo emperador Augusto en el año 26 a.C.
El fin oficial de la guerra se produjo en el año 19 a. C. Con las campañas dirigidas por Agripa, el yerno del emperador; aún así, la pacificación no fue completa y hubo alzamientos en el 16 a.C. La tenue romanización de la zona cántabra pudo deberse a la falta de presencia romana efectiva, salvo en los campamentos militares. Roma renunció a la fusión y se limitó a la explotación de los recursos económicos (hierro y sal) de la zona tomada

La inscripción Vadiniense dice en Latín: "DMMP ALIOMUS PARENS
FILIA SUAE PIE NTISSIMAE MAIS ONTINI: PM:AN: XVIII 5"

Que traducido al castellano es "A los dioses Manes. Un monumento puso Aliomo a su piadosísima hija Maisontina, de unos dieciocho años (más o menos)". Pinchar en foto para ampliar.

Lápida Vadiniense del valle de San Pelayo en Liegos (León)
Lápida Vadiniense de Pedrosa (León)

 

Lápida Vadiniense de Dovidena (Asturias)
Lápida Vadiniense de Fusto Cebedo (Asturias)

VADINIA -tribu Cántabra-

Las primeras noticias de Vadinia y los vadinienses aparecen por obra del historiador Ptolomeo, hacia el año 150 después de Jesucristo, es decir después de la conquista romana. Este historiador romano cuenta que el pueblo de los Cántabros estaba integrado por ocho tribus ó comunidades, entre las que cita a Vadinia.
La denominación y localización de cada una de ellas ha sido objeto de numerosos estudios, que las han situado en lugares muy diversos en el Norte peninsular. Cada autor sacaba sus propias conclusiones.
Entrado el siglo XX las numerosas lápidas encontradas (sesenta y cinco) han permitido fijar el ámbito geográfico de Vadinia. Los vadinienses eran la tribu cántabra más occidental, ocupaba los valles del nacimiento de tres ríos: Sella, Esla y Porma, entre Cistierna y Cangas de Onís.
Las lápidas, que proceden de los siglos I a III de nuestra era, son grandes cantos rodados en los que se menciona a los propios autores, a sus familiares difuntos y a sus animales. Tres han sido encontradas en Riaño, una en La Puerta, otra en Carande, cinco en el valle de San Pelayo y otra en Lois.
Una de las encontradas en San Pelayo (ver en fotos anteriores) está dedicada por un padre (Aliomo) a su hija de dieciocho años (Maisontina), y aporta un elemento raro: lleva incorporada una cruz que, con toda probabilidad, se añadió en época posterior, en la que la población había sido cristianizada; puede ser una cruz visigótica ó románica.
Más difícil es llegar a situar sobre el terreno el poblado que dio nombre a la tribu. Incluso se duda de que haya existido tal poblado. Podría haber sido un castro próximo a Peña Santa, cuyos habitantes habrían sido dispersados por ambas vertientes de la cordillera como consecuencia de la conquista romana.
La opinión mayoritaria se decanta por situarla en algún lugar próximo a Riaño ó a Cangas de Onís.
Volviendo a las lápidas, elemento decisivo para hacer algo de luz sobre este asunto, la mayoría de ellas, cincuenta, han sido halladas en la actual provincia de León, y el resto, quince, en Asturias; éstas parecen más toscas y de época más tardía, lo que ha dado pié a concluir que la expansión de la población se dió desde la montaña leonesa hacia los valles asturianos, al ser las leonesas más refinadas y romanizadas. Esta argumentación reforzaría la tesis de una Vadinia en algún lugar próximo a Riaño.

Notas: Las lápidas vadinienses se pueden admirar en el Museo Arqueológico de León.
Texto extraído de los libros “El Concejo de Burón”, de D, José Mª Canal; “Roma contra Cántabros y Astures”, de D. Eutimio Martino, y sobre todo de “Riaño:Cinco villas” de D. José Mª Canal.

Por Alberto Gómez. Octubre 2004.

Modo de Vida del Pueblo Vadiniense

Los vadinienses practicaban una ganadería extensiva complementada con una agricultura migratoria que ocupaba el territorio situado a ambas vertientes de la Cordillera Cantábrica, realizando un movimiento estacional de aprovechamiento de los pastos altos en la primavera y verano, y bajada invernal a los valles interiores y de más fácil permanencia. Era, pues, un pueblo seminómada, agricultor y ganadero con emigraciones temporales. Su cultura, a pesar de que cuando tenemos noticias fiables era un pueblo bajo el yugo de Roma, guardaba aún los recuerdos de su etnia, como se manifiesta en los nombres y gentilidades.

Estrabón escribió entre los años 29 y 7 antes de Cristo datos acerca de las tibus Cántabras:

Las costumbres y usos de los pueblos prerromanos que habitaban el norte de la Península Ibérica. "Pero su ferocidad y salvajismo no se deben sólo al andar guerreando, sino también a lo apartado de su situación; pues tanto la travesía por mar como los caminos para llegar hasta ellos son largos, y debido a la dificultad de las comunicaciones han perdido la sociabilidad y los sentimientos humanitarios. Actualmente padecen en menor medida esto gracias a la paz y la presencia de los romanos, pero los que gozan menos esta situación son más duros y brutales. Y por otra parte, existiendo como existe en algunos pueblos una miseria derivada de los lugares y montañas donde viven, es natural que se acentúe tan extraño carácter; pero ahora, como dije, han dejado todos de luchar; pues con los que aún persistían los bandidajes, los cántabros y sus vecinos, terminó el César Augusto."

De la estructura social anota: "A los condenados a muerte los despeñan y a los parricidas los lapidan más allá de las montañas o de los ríos. Se casan igual que los griegos. A los enfermos, como antiguamente los egipcios, los exponen en los caminos para que los que la han sufrido, les den consejos sobre su enfermedad."

Las mujeres. "Pero otras costumbres, quizá poco civilizadas, no son sin embargo salvajes, como el hecho de que entre los cántabros los maridos entreguen dotes a sus mujeres, que sean las hijas las que queden como herederas y que los hermanos sean entregados por ellas a sus esposas; porque poseen una especie de ginecocracia, y esto no es del todo civilizado. "Otros rasgos son comunes también a las tribus célticas, tracias y escitas, y es común también la valentía de sus hombres y sus mujeres; pues estas trabajan la tierra, y cuando dan a luz sirven a sus maridos acostándolos a ellos en vez de acostarse ellas mismas en sus lechos. Frecuentemente incluso dan a luz en las tierras de labor, y lavan al niño y lo envuelven en pañales agachándose junto a un arroyo."

Recursos económicos. "Todos los montañeses son austeros, beben normalmente agua... Comen principalmente chivos... Los montañeses, durante dos tercios del año, se alimentan de bellotas de encina, dejándolas secar, triturándolas y luego moliéndolas y fabricando con ellas un pan que se conserva un tiempo. Conocen también la cerveza. El vino lo beben en raras ocasiones, pero el que tienen lo consumen pronto en festines con los parientes. Usan mantequilla en vez de aceite." "En vez de moneda, unos (...) y los que viven muy al interior se sirven del trueque de mercancías, o cortan una lasca de plata y la dan... Para las subidas del mar y los pantanos usaban, hasta la época de Bruto, embarcaciones de cuero, pero hoy día incluso las talladas a partir de un sólo tronco son ya raras. Su sal es púrpura, pero blanca una vez molida. Este, como he expuesto, es el género de vida de los montañeses, y me refiero a los que jalonan el flanco norte de Iberia: galaicos, astures y cántabros hasta llegar a los vascones y el Pirene; pues el modo de vida de todos ellos es semejante. Pero temo dar demasiados nombres, rehuyendo lo fastidioso de su transcripción, a no ser que a alguien le agrade oír hablar de los pleutauros, bardietas, alotriges y otros nombres peores y más ininteligibles que éstos."

http://www.abamia.net/AbwVad.htm

¡Queremos provocar tu interés!
Ir al comienzo de la página