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(Ruta-1) ... Por la Vereda de los Motriles
(2 horas, dificultad baja)
Por Enrique Valdeón.
Motril es un niño,
un zagal, un guaje, un rapaz de no mas de 13 años que durante
el verano vivía en el chozo con los pastores. Se encargaba
de atropar la leña y recoger el agua, en retuerto tenía
el encargo de bajar al pueblo, en burro, para subir los panes y los
encargos del pastor. Siempre bajaba te de peña, manzanilla,
menta u otras yerbas aromáticas que buscaba entre las peñas.
Se sale desde el pueblo, la Fuente del Salido,
antiguo punto de encuentro para las veceras ovinas, allí,
sale una pista amplia que bordea el monte (el Corón)
y empieza el paseo, a la izquierda dejamos el valle con los
prados de Plajundero, el Joyo y la Carva, siempre entre escobales
y hayas salpicados por algún roble. Es una pista de
tierra con pendientes muy suaves desde donde veremos el pueblo
los valles que le rodean; cuando se dejan los prados después
una gran curva, se abre una amplio espacio que se denomina
Bocayao.
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Allí
hay una torreta de ICONA, de madera para observar la caza y
ver el paisaje, merece la pena acercarse a ella y subir, veremos
el macizo de los Picos de Europa que está encima de Posada
de Valdeón. Seguimos por la pista y nos encontramos con
las hoyas, un espacio entre el camino y el monte de hayedos
de la Caven, por la derecha se iría hacia los valles
de Cerredo, Riolacolina y Busticel por Aguasarios. A los pocos
minutos nos encontraremos con una portillera de madera, que
estará cerrada, se abre con facilidad, y se debe de dejar
cerrada para que el ganado del puerto no salga de ese espacio
que tiene limitado, entramos en el terreno del puerto, sigue
siendo llano y la belleza y el silencio inundan al caminante,
al doblar una curva, siempre por la pista, arranca la subida
hacia el Pico Jián, sin camino, en medio de praderas
y arroyos. Nosotros continuaremos la pista y cruzaremos un pequeño
arroyo, del de Peñacalar, a unos 50 metros en lo alto
se encuentran entre escobas y pequeñas hayas, oculto
entre la maleza los restos de lo que fuera el corral de las
merinas, y mas adelante nos encontraremos con los restos del
chozo, antes veremos a la izquierda un conjunto de piedras llanas
que llaman el salegal, que era donde los pastores echaban la
sal a las ovejas. Un poco más arriba se encuentra ahora
una caseta de ICONA. |
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La vista siempre desde el
valle, es muy espectacular y se pueden observar todo el puerto
de Parme, uno de los más significativos de la montaña
leonesa, hay un dicho, común entre pastores que decía:
“Puerto por puerto
Parme de Retuerto”
En el silencio del puerto, roto por alguna esquila, se puede
ver ganado caballar y vacuno, es zona de rebecos y corzos, el
zorro tiene varias guaridas, y el lobo se pasea como por su
casa, las aves que surcan el cielo son muy variadas, y en más
de una ocasión yo mismo he visto el águila imperial.
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El regreso es por el mismo sitio, y si se conoce, se puede
dar la vuelta por en medio de los dos valles, donde está
el prado del Pedroso, en el otoño hay espléndidos
servales, que era por donde venían los motriles para
atrochar y llegar antes al pueblo, llegando enseguida al barrio
arriba, a la trasera de la casa del Tío Servando y
la Tía Benigna.
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Una
vez en el pueblo es parada obligatoria a beber agua en la
Bolera, la fuente principal del pueblo.
Enrique Valdeón
Otoño del 2004
Salamanca
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(Ruta-2) ... Ruta de la Veceras
(4-5 horas, dificultad Media)
Por Enrique Valdeón.
Esta ruta bordea el pueblo por el horizonte que se ve a la
izquierda, para bajar por la pista que está en la derecha
que acaba en la fuente del Salido. Es necesario para la subida
coger agua, pues aunque hay fuentes por el camino, el foráneo
no las descubre, hasta llegar al puerto de Parme. Allí
el agua el exquisita y en el silencio del arroyo a veces nos
acompañan y nos sorprenden animales de caza.
La denominamos así porque parte de la fuente de la
bolera y desde allí salían casi la totalidad
de ganado vacuno, las paridas, las duendas y la de los Jatos.
Esta ruta es punto de partida para acercarnos al Valle de
Burón, y por ella aparecen todos los 15 de agostos
muchos Romeros que acuden a la Virgen del Pontón y
van caminando por estas veredas, algunas convertidas en pistas,
Burón, Lario y Polvoredo son lugares cercanos a través
de estas sendas que no tienen ninguna dificultad para el que
ame la montaña. Sobre todo cuando algún coche
te recoge y más si se tiene la suerte, como yo la tengo,
de contar en Lario con Eliseo y Ade, una familia encantadora
que siempre me abre sus puertas y degusto la miel que ellos
mismos elaboran con las abejas, las moscas que ellos llaman,
que revolotean por aquel espacio de colores.
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Esta
ruta parte de la fuente de la Bolera, fuente principal del pueblo
que está en medio del pueblo, es el lugar donde los días
de fiesta se juega a los bolos, atravesamos el río La
Canal, y cogemos una pista que sale hacia los depósitos
del agua, es una subida un poco cansada, hay que tomarla despacio
y sin prisas, antes de entrar en el hayedo, nos encontramos
con una pequeña meseta a modo de campera, merece la pena
parar, la vista del pueblo es hermosa, se ve muy bien la vereda
de los motriles, y al fondo esta una vista del pueblo al completo.
A la derecha queda la carretera Cangas-Riaño, y al fondo
empieza a verse el espectáculo de los picos de Europa.
Una vez que entremos en el hayedo, nos encontramos con un bebedero
a la izquierda y debemos continuar la pista siempre dejando
el pueblo a la derecha, El camino es inclinado y siempre subiendo,
estamos en medio de un hayedo centenario en donde las formas
y figuras se entrelazan con fantasmas y formas que nos adentran
en mundos oníricos y que siempre se ...
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... encargan de llevarnos a la realidad el requisar de alguna
esquila, o algún corzo despistado que parece darnos
un susto. Hacia la mitad del hayedo, nos encontramos con una
gran curva, es el Taraniello, merece la pena acercarse y parar,
Retuerto está debajo y los picos del valle de Valdeón
van acercándose a nosotros ya que su vista es magnifica.
Seguimos subiendo hasta encontrarnos con una portillera de
madera y ya pronto estamos en las Heras bajeras, allí
en la primavera el agua de la nieve forma una laguna, seca
en el verano, y de allí arranca la pista que nos llevará
a Burón, es un camino por el valle de Rabanal que merece
otro comentario.
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En las Heras el espectáculo es sobrecogedor, Veremos
el Pico Gián, el macizo de los ...
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Picos de Europa, el pico Manpodre, encima de Vegacerneja,
el totémico pico Espiguete, de Palencia, el Pico Tres
Mares, que vierte aguas para Santander Asturias, Palencia
y León, Riaño se verá como una laguna
plateada, y observaremos los montes de Burón, con los
valles de Mirva y Rabanal, Liegos, Lario, Acevedo, Polvoredo,......
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hasta la línea con Asturias, cruzaremos
un pequeño hayedo con restos de hayas milenarias, para
llegar hasta las Heras Cimeras,
de alli entre escobales, y siempre viendo el pueblo de Retuerto
subiremos hasta la collada de Marmoledo, hasta encontrar una
cerradura de alambre, de alli bajaremos por una barrerotas
hacia el puerto de Parme, y llegaremos al chozo. Para enlazar
con la senda de los motriles.
Enrique Valdeón
Otoño del 2004
Salamanca
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